La multinacional química suiza HeiQ compra la fábrica andaluza de mascarillas MasFabEs

La multinacional química suiza Heiq ha comprado la fábrica de mascarillas sanitarias MasFabEs, ubicada en Pizarra (Málaga) y fundada por tres andaluces. Heiq, que ya suministraba a MasFabEs el biocida Viroblock para impregnar las mascarillas, se hace con el 51% de la compañía andaluza, que a partir de ahora operará bajo la marca de la multinacional química. A pocas semanas de que Heiq comience a cotizar en la Bolsa de Londres, la multinacional química entra en el sector de las mascarillas sanitarias de la mano de MasFabEs, según ha confirmado a ABC Pedro Herranz, director general de la firma andaluza y uno de sus fundadores.

La empresa MasFabEs, que cuenta con certificados españoles y europeos, y está a la espera de su homologación por la americana FDA, fue creada el pasado mes de abril por Marcos Montero, Manuel Torres y Pedro Herranz. Está ubicada en la localidad malagueña de Pizarra, donde han invertido 1,7 millones de euros para poder fabricar cada mes 15 millones de mascarillas higiénicas y quirúrgicas duales. Actualmente cuentan con cuatro máquinas que están trabajando a dos turnos.

Herranz asegura las mascarillas filtran en un 99% las bacterias y además eliminan otros gérmenes al estar impregnadas con Viroblock, un biocida auto desinfectante cuya patente es propiedad de Heiq, destacada multinacional química en el ámbito textil y sanitario.«Viroblock es usado también por empresas tan importantes como Burberry, Hermès o Channel para algunas sus mascarillas, gabardinas o bufandas, y Flex lo emplea en sus colchones. Los guantes que usa la reina de Inglaterra son de la marca Cornelia James, que también usa ese biocida», explica Herranz.

Cada uno de los tres socios fundadores quedarán con algo más de un 16% del capital social. Herranz, con más de 20 años de experiencia empresarial en el sector tecnológico, continuará como director de la compañía, según el acuerdo al que han llegado con Heiq. Marcos Montero es financiero, reside en Suiza y tiene una compañía de genéricos en Basilea. Por su parte, Manuel Torres vive en la provincia de Málaga y comparte con Marcos accionariado en la empresa Cosapa Cocinas, de Coín, siendo el encargado de producción.

Las mascarillas que fabrican son duales higiénicas de alta filtración y quirúrgicas tipo IIR, con lo que protegen a quienes las usan y evitan contagios a terceros. Además, están dotadas con unos sistemas de soldadura por ultrasonido unico para el ensamblaje. La empresa MasFabEs fabrica cada día 600.000 mascarillas y sus clientes son distribuidores nacionales, sobre todo el sector de retail, sanidad, industrial y restauración. «Nuestras mascarillas tienen tres capas de filtrado y gracias a un exclusivo proceso de fabricación, incluyen una impregnación adicional con tecnología Viroblock de HeiQ, otorgando propiedades antibacteriana, antimicrobios, autodesinfectante y antigérmenes. Hemos testado en laboratorios de Australia que con Viroblock se elimina la carga de gérmenes en un 99% y, por tanto, nos garantiza una mayor protección que cualquier mascarilla del mercado», explica Herranz.

La línea de producción de MasFabEs -ya HeiQ- cuenta con un diseño exclusivo desarrollado en colaboración con ingenieros especializados en materia de tecnología sanitaria denominado «sala blanca» para cumplir con los estándares de seguridad e higiene durante el proceso de fabricación. Esa sala cuenta con ducha de aire, cabina intermedia y un box con rayos UVA que garantiza así la máxima higiene durante todo el proceso. Las mascarillas salen de esa sala envasadas en bolsas individuales para ser agrupadas y embaladas para su distribución.

Fuente: ABC | Foto: MasFabEs

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Los ‘secretos’ del dinamismo empresarial de Suiza

El año pasado, cada residente suizo realizó una media de 2,6 viajes con pernoctación y 8 viajes de un día. Esto supuso un aumento global del 30% en comparación con 2021. El total anual (21,1 EY publicado el pasado mes de mayo constata que catorce de las 500 corporaciones mundiales que más invierten en investigación y desarrollo (I+D) son suizas. El país centroeuropeo, de 8,8 millones de habitantes, fue en 2022 el noveno con mayor representación en un ránking liderado por las empresas de Estados Unidos –con Amazon en lo más alto del podio–, aunque en volumen total invertido Suiza ocupa la quinta plaza. Con sólo cinco compañías en el top 500, España figura en decimosexta posición.

Las multinacionales farmacéuticas Roche y Novartis, con una inversión de 16.000 millones y 9.500 millones de euros, respectivamente y, a distancia, el fabricante de semiconductores ST Microelectronics (1.800 millones), el gigante de la alimentación Nestlé (1.700 millones) y el grupo de ingeniería eléctrica y automatización ABB (1.100 millones) fueron las empresas helvéticas que más recursos destinaron a I+D en 2022.

Dos de estas cinco compañías, Novartis y Nestlé, recibieron en la segunda quincena de octubre la visita de un grupo de 40 empresarios catalanes de la asociación FemCat y de altos cargos de las mayores universidades de Cataluña con el objetivo de conocer sobre el terreno las mejores prácticas de Suiza en materia de empresa, investigación e innovación.

El programa incluyó también visitas a compañías de menor tamaño, como la relojera Panerai –propiedad del grupo Richemont–, los fabricantes de maquinaria Bobst y Mikron y la tecnológica EM Microelectronic –integrada en Swatch Group–, además de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y el área de carga del EuroAirport, el aeropuerto francosuizo situado junto a Basilea. En la sede de Nestlé en Vevey, a orillas del lago Lemán, Lluís Cantarell, que fue vicepresidente mundial y máximo ejecutivo del grupo en Europa, Oriente Medio y Norte de África hasta 2016, dejó claro que la apuesta de la compañía por la innovación está íntimamente ligada a su condición de empresa suiza y puso en valor la colaboración público- privada en materia de I+D que existe en el país. La innovación se cuece a fuego lento en la multinacional de la alimentación, que, por ejemplo, lleva cinco años trabajando en el proyecto de sustituir el aluminio por el papel en las cápsulas del café Nespresso. “Si en las pruebas de calidad no llegas al 60%, no lanzas el producto”, detalla Cantarell, que preside actualmente la farmacéutica Uriach.

El sistema helvético de I+D tiene en su cúspide a los grandes centros universitarios, con la EPFL y la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich a la cabeza , y se estructura a partir de seis parques de innovación repartidos por todo el país que colaboran estrechamente con las empresas.

De la salud a la robótica

La política de innovación de Suiza, un país que no tiene industria de automoción, gira en torno a cinco grandes ejes: salud y ciencias de la vida, ciencia computacional, energía y medio ambiente, movilidad y transporte, y manufactura avanzada y robótica.

Uno de los empresarios que visitó el país, Josep Lagares, fundador y presidente de la firma gerundense de maquinaria para la industria cárnica Metalquimia, considera que una de las claves del éxito de Suiza en el campo de la innovación es contar con “una red neuronal muy bien trabada” que permite compartir los conocimientos y que facilita la transferencia tecnológica.

En la misma línea, Manel Xifra, presidente la compañía catalana de bienes de equipo, Comexi, destaca la importancia de la “labor de interfaz entre los centros de investigación y las empresas”; mientras que David Marín, presidente de FemCat y CEO de Inacces Geotècnica Vertical, pone de relieve el “trabajo común” entre las universidades helvéticas y los centros de I+D.

El carácter estratégico que otorga el país a la innovación empresarial puede explicar por qué Suiza ha podido minimizar el impacto de las sucesivas crisis que han amenazaban su economía, como ocurrió con la irrupción del cuarzo en la industria relojera a finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado y, más recientemente, con el fin del secreto bancario en el sistema financiero suizo, tras el acuerdo de intercambio de información tributaria firmado con la Unión Europea en 2015, que entró en vigor tres años después.

Este año, la caída de uno de los dos mayores bancos del país, Credit Suisse, rescatado posteriormente por el otro gran grupo financiero, UBS, ha sembrado dudas sobre la fortaleza del que era uno de los puntales de la economía helvética. La crisis de Credit Suisse, sin embargo, no parece quitarle el sueño a los responsables de las empresas suizas reunidas con FemCat y ni siquiera a directivos del propio sector bancario, más allá del recorte de plantilla derivado del proceso de integración con UBS.

Junto con el apoyo a las grandes multinacionales, Suiza tiene en su ADN la protección de las pymes, hasta el punto de que cada nueva ley o normativa en el país debe superar, antes de su aprobación, un test para evaluar su impacto en las pequeñas y medianas compañías.

El tejido empresarial se completa con las start up, que florecen arropadas por el sistema universitario y de innovación. Una de ellas, Aktia, con sede en Neuchâtel, fue fundada hace cinco años por el emprendedor catalán Josep Solà, que ha desarrollado una pulsera inteligente para medir de forma permanente la presión arterial. Solà dice que llegó a esta “tierra de acogida” en 2004 y está levantando ahora una ronda de financiación de 22 millones de euros.

Escuelas de aprendices

Entre las mejores prácticas del sistema educativo y empresarial suizo que suscitan envidia sana entre los empresarios de FemCat está la figura de las escuelas de aprendices, un fenómeno ligado al prestigio del que goza la formación profesional en el país como vía para obtener un empleo.

Las empresas cuentan con sus propias escuelas, que se convierten en una cantera para ampliar y renovar plantillas. No es extraño que un alto directivo de una compañía iniciara su trayectoria como aprendiz. Stéphane Mader, por ejemplo, entró con 16 años en la escuela de la empresa de bienes de equipo Bobst y ahora es el director de márketing y comunicación de la compañía. El modelo suizo de acceso al mercado laboral explica en gran medida que su índice de paro juvenil se sitúe por debajo del 7%.

Fuente: Expansión / Autor: José Orihuel

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