Nestlé tiene previsto introducir en su lista negra a los proveedores de aceite de palma que no cumplan con una política de aprovisionamiento responsable.
El grupo suizo ha comenzado a utilizar tecnología por satélite para identificar a los responsables de la destrucción de selva tropical de donde se extrae la materia prima. El fabricante de productos tan conocidos como KitKat y Nescafé ha anunciado que a partir de marzo publicará una lista de proveedores y revelará si cumplen o no sus políticas para luchar contra la deforestación.
En mayo, Nestlé colocó en su lista negra a 10 compañías que suministran directa o indirectamente aceite de palma. Entre ellas están Daewoo Posco, Noble y Korindo, que representan el 5% de su volumen de aprovisionamiento. “Seguramente nos granjearemos unos cuantos enemigos. Hay muchas empresas que no parecen dispuestas a hacer el trabajo”, reconoce Benjamin Ware, director de aprovisionamiento responsable de Nestle.
El aceite de palma se utiliza en una amplia variedad de productos, desde el helado, hasta el jabón y los cosméticos. Indonesia y Malasia son los principales productores, pero las empresas buscan en América Latina y África nuevos países en los que cultivar.
Aunque la mayoría de las grandes empresas de productos de consumo se han comprometido a cortar relaciones con los suministradores responsables de la deforestación, el daño medioambiental y las violaciones de derechos humanos, sufren presiones para conocer la procedencia de uno de sus ingredientes clave. Otros grandes grupos como PepsiCo y Kellogg, también han dejado de comprar a suministradores que han violado las normas medioambientales o laborales.
No obstante, la variada naturaleza de la producción del aceite de palma implica que muchas empresas son incapaces de hacer un seguimiento del origen del producto. Nestlé afirma tener un seguimiento del 60% de las plantaciones en las que se recoge el fruto y del 95% de las plantas en las que se procesa. Las imágenes y datos de un nuevo servicio de control por satélite permitirán acceder antes de fin de año a información sobre deforestación en toda la cadena de suministro del aceite de palma.
Desarrollado por Airbus y el grupo de conservación Forest Trust, el sistema de satélites conocido como Starling tiene acceso a 100.000 terabytes de imágenes, el equivalente a 26 veces la superficie del planeta. Greenpeace, el grupo medioambiental, se muestra escéptico ante las iniciativas de Nestlé, asegurando que “el verdadero desafío es frenar la deforestación antes de que ocurra”.
Progresos
Otras empresas también han recurrido a la tecnología para garantizar un mejor cumplimiento de sus políticas contra la deforestación. El mayor operador de aceite de palma del mundo, Wilmar, también utilizará imágenes por satélite.
En este caso, Greenpeace cree que, a pesar de todas las promesas, Wilmar seguirá comprando a 18 de los 25 productores de aceite de palma que han aniquilado 130.000 hectáreas de bosque desde 2015. No obstante, el grupo que opera desde Singapur asegura que sus progresos podrán medirse en relación a los objetivos establecidos en su plan de acción.
Autor: Emiko Terazono
Fuente: Financial Times – Expansión
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