Todo parece indicar que Bruselas no tiene un plan B para sustituir el acuerdo marco entre Suiza y la Unión Europea, después de que el país alpino anunciara que abandona la mesa de negociaciones.
Y el riesgo es que las dos economías, que son muy interdependientes, se vayan disociando gradualmente. Ahora mismo están vinculadas por 120 acuerdos y no existe ningún mecanismo para su renovación automática.
«La implicación a corto plazo es que no se llevará a cabo la actualización de la legislación sobre el mercado único. Y actualmente esa relación es muy incierta. A lo largo de los años lo que había ocurrido es que esta relación se había vuelto muy desequilibrada en el sentido de que Suiza es lo que es, y es uno de los mayores beneficiarios del mercado único», explica Georg Emil Riekeles, del think tank EPC.
Para los suizos, la principal razón que les ha llevado a alejarse de la Unión Europea es la libre circulación de personas. Los inmigrantes y la mano de obra procedentes de los países de la UE con ingresos más bajos, provocan resquemores en Suiza.
1 millón 400 mil ciudadanos comunitarios viven en Suiza, y 400 mil suizos viven en la UE. Además, hay 344.000 trabajadores transfronterizos que cruzan la línea de demarcación todos los días
En el Parlamento Europeo hay quien teme las consecuencias, pero se rechaza cualquier comparación con el Brexit.
«Esto no ha sido culpa de la UE, nos hemos mantenido siempre muy abiertos. También hemos sido muy pacientes con Suiza. Los suizos han sido los que han detenido la negociación y creo que ahora les toca a ellos ofrecer una alternativa», comena Claudia Gamón, eurodiputada austríaca del grupo liberal Renovar Europa.
Fuente: Euronews / Autora: Ana Lázaro