A pesar de las pérdidas esperadas, el banco central suizo tiene previsto repartir un dividendo de 15 francos suizos por acción.
El Banco Nacional de Suiza (BNS) anticipa pérdidas anuales de 15.000 millones de francos suizos (13.352 millones de euros) por el impacto negativo de la fortaleza de la moneda helvética y la volatilidad de los mercados, después de que la institución registrara un beneficio récord de 54.400 millones de francos suizos (48.440 millones de euros) en 2017, según ha informado la entidad, que recurrirá a sus reservas para repartir dividendos entre sus accionistas.
En concreto, el instituto emisor suizo espera perder unos 16.000 millones de francos suizos (14.247 millones de euros) en relación con sus posiciones en moneda extranjera, que mantiene en acciones y bonos para contrarrestar el alza del franco suizo, mientras las posiciones en oro del banco se depreciaron en 300 millones de francos suizos (267 millones de euros).
Al cierre del ejercicio pasado, las reservas en moneda extranjera del BNS sumaban 743.942 millones de francos suizos (662.304 millones de euros), cifra superior al producto interior bruto (PIB) de Suiza.
A pesar de las pérdidas esperadas, el banco central suizo tiene previsto repartir un dividendo de 15 francos suizos por acción, equivalente a la máxima cantidad legal estipulada, además de garantizar el reparto anual ordinario de beneficios de 1.000 millones de francos suizos entre los cantones y el Gobierno Central.
El BNS se constituye como una entidad especial cuyas acciones cotizan en el segmento doméstico estándar de la Bolsa de Suiza. Los accionistas mayoritarios de la institución son entidades públicas, incluyendo los cantones suizos y sus respectivos bancos cantonales.
Según sus estatutos, la entidad tiene la obligación de distribuir entre los cantones dos tercios de su beneficio, lo que suscitó una importante controversia y problemas presupuestarios cuando en 2013 la institución no realizó este reparto por primera vez tras incurrir en pérdidas.
Fuente: Europapress