Empresas de los sectores químico e industrial se preparan para gestionar los mayores costos de energía este invierno, y algunas ya están cambiando del gas al petróleo, según una encuesta del Banco Cantonal de Zúrich.
La encuesta, efectuada entre diez empresas del sector industrial y tres del sector químico encontró que la fuerte subida de los precios de la energía ya estaba teniendo un impacto negativo en los márgenes operativos de todas las compañías.
Entre las firmas encuestadas, Autoneum, Clariant, Bobst y Rieter han sido las más afectadas por la crisis energética en Europa. La energía representa normalmente entre el 1 y el 3% de los costos operativos de estas empresas.
Autoneum prevé que los costos de energía, como parte de los costos operativos, aumenten en un punto porcentual año tras año hasta el 5%. Como la empresa produce principalmente bajo demanda con poca antelación, es difícil predecir los requisitos de energía y reubicar la producción.
Bobst y Rieter calculan aumentos porcentuales de un solo dígito. La crisis energética tuvo un impacto algo menor en Oerlikon, Dätwyler, SFS y Georg Fischer.
Entre las tres empresas químicas encuestadas, Clariant es la más afectada. Sus costos de energía representan casi el 5% de los ingresos y casi el 7% del costo de los bienes vendidos. Sus centros de producción alemanes tienen una alta dependencia del gas natural ruso, según el análisis.
Para reducir su dependencia, Clariant ya ha cambiado de gas natural al petróleo en varias plantas europeas. Además, la compañía está trabajando en escenarios que le permitan continuar operando en el corto plazo con un consumo reducido de gas natural.
Hay menos preocupación en Givaudan y Lonza. Este último fabrica principalmente en Suiza. Ambas empresas también pudieron reemplazar parcialmente el gas natural por petróleo crudo.
A menudo hay cláusulas en los contratos por los que las empresas pueden trasladar automáticamente a los clientes el aumento de los precios de las materias primas, según el análisis del Banco Cantonal de Zúrich. Sin embargo, este no es el caso de los aumentos en los costos de energía.
Esto significa que las empresas tienen que trasladar los mayores costos de energía a sus clientes principalmente en renegociaciones de precios ad-hoc.