Desarrollan un decálogo con las mejores prácticas para preservar y mejorar la riqueza de las especies que habitan en el entorno de las granjas que proveen de leche a la Compañía. Unas 250 explotaciones, ubicadas en un radio de aprovisionamiento medio de 50 kilómetros alrededor de las fábricas de Nestlé en La Penilla, Pontecesures y Sebares, colaboran con la empresa.
Mantener la diversidad de las especies es clave para evitar desequilibrios en la naturaleza que propicien la aparición de plagas y pandemias. Por ello, Nestlé trabaja con SEO/Birdlife, ONG ambiental decana en España, en el fomento de la biodiversidad en las explotaciones lecheras ubicadas en la cornisa cantábrica que proveen de esta materia prima a la Compañía.
En la actualidad, Nestlé colabora con unas 250 granjas, situadas a una distancia media de 50 kilómetros alrededor de las fábricas de La Penilla (Cantabria), Pontecesures (Pontevedera) y Sebares (Asturias), a las que proporcionan leche. Estas explotaciones son, en muchas ocasiones, también refugios para las especies silvestres. De esta manera, la empresa, junto con la ONG ambiental y las propias granjas, han empezado a trabajar para preservar y mejorar la riqueza de las especies que habitan en sus alrededores.
“La colaboración de Nestlé con SEO/Birdlife nos ha permitido establecer, junto con los ganaderos que nos proveen de leche en la cornisa cantábrica, las mejores prácticas que puedan ayudar a que se mantenga o se mejore la biodiversidad entorno a las granjas. Nuestro objetivo es que las explotaciones no solo produzcan leche, sino que también generen vida a través del respeto del entorno natural y sigan siendo sostenibles tanto ahora como para las generaciones futuras”, ha destacado Javier Gómez, responsable de Aprovisionamiento Lácteo de Nestlé España.
Estudio de campo
A día de hoy, SEO/Birdlife ya ha desarrollado un trabajo de campo en 15 granjas. En concreto, ha visitado cada una de estas explotaciones y ha realizado un estudio de las aves ligadas a estos entornos para establer un censo, así como un análisis cartográfico que ha tenido en cuenta el tipo de superficie (pasto, forraje, …) y los elementos ambientales más destacados que se encuentran, como zonas húmedas, sotos, ríos, arroyos, entre otros.
“En la cornisa cantábrica, el paisaje agrario está conformado principalmente por la actividad ganadera, que debe realizarse en sintonía con la biodiversidad. La colaboración de Nestlé con SEO/Birdlife ha permitido realizar el estudio de una serie de explotaciones para conocer de primera mano la opinión y la percepción de los ganaderos de esta naturaleza y desarrollar un plan con una serie de medidas para incrementar o conservar la biodiversidad presente en estas granjas lecheras”, ha destacado Felipe González, delegado territorial de Cantabria de SEO/Birdlife.
A partir de esta evaluación, se ha establecido un decálogo con medidas para implementar en las explotaciones ganaderas que colaboran con Nestlé y que se concreta en:
- Crear charcas para recuperar el hábitat natural de muchas especies de anfibios y de aves limícolas.
- Plantar franjas de mezcla de vegetación silvestre con flores para proporcionar recursos alimenticios para las abejas y otros insectos.
- Reducir tanto el uso de plaguicidas y fertilizantes sintéticos en el terreno como la intensidad en la gestión de los pastos permanentes.
- Sembrar alimento y cobertura para las aves, como puede ser maíz, girasol y cereales.
- Establecer setos o muros de piedra que puedan proporcionar un hábitat relativamente tranquilo para la fauna silvestre en paisajes agrícolas trabajados de forma intensiva, especialmente para aves e insectos, y que permitan mejorar el entorno.
- Dejar franjas de forraje sin segar en los campos de ensilado, que se convertirán en fuente potencial de alimento.
- Mantener prados húmedos tradicionales que proporcionan valiosos hábitats de reproducción para aves limícolas y otra biodiversidad asociada.
- Conservar los bosques autóctonos ya que son ricos en flora y fauna silvestre.
- Plantar franjas o márgenes de protección alrededor de campos de cultivo o pastos por medio de sembrar una mezcla enriquecida de semillas.
- Instalar casetas para aves u “hoteles” para insectos, ya que las granjas son muchas veces refugio para gorriones, golondrinas o aviones.
Estas medidas están basadas en estudios científicos y buscan mejorar la capacidad de acogida de los espacios agrarios para la biodiversidad. Por ello y con el objetivo de fomentar la necesidad de su cuidado, Nestlé está formando a los granjeros con la finalidad de iniciar su implementación de forma progresiva. De esta manera, la Compañía confía en mantener tanto la biodiversidad como la riqueza paisajística en la zona para las generaciones futuras.
Aves agrarias en declive
En 40 años Europa ha perdido el 57% de sus aves agrarias, las poblaciones de insectos han sufrido aún mayores pérdidas. Los científicos lo han dejado claro: para sobrevivir la naturaleza necesita espacio, hábitats para refugiarse, reproducirse y alimentarse. En el campo esto significa setos, lindes, muros de piedra, franjas con flores, charcas y áreas en barbecho. Al menos un 10% de la superficie agraria debería destinarse a la naturaleza para revertir este declive.
Crear espacio para la naturaleza ayuda a prevenir la erosión del suelo y la contaminación de las aguas, combate el cambio climático al capturar e inmovilizar CO2, favorece la polinización y el control biológico de plagas. Por ello, Nestlé en colaboración con SEO/BirdLife lidera esta iniciativa encaminada a implicar a las granjas de leche que le suministran la materia prima con la que elaboran sus productos, en la conservación de la biodiversidad de los campos que gestionan.
Uno de los datos más interesantes que se ha obtenido de este estudio preliminar es el registro de un total de 74 especies de aves, presentes durante la primavera, ligadas a las granjas del proyecto. Se trata de una riqueza de especies considerable, con una media detectada en cada granja de entre 23 y 35 especies. Entre ellas, hay una representación mayoritaria de aves vinculadas a medios agropecuarios (29 especies, 39,2%) y casi la mitad de las aves agrarias registradas (14 de 29 especies) presentan un declive moderado a escala nacional: codorniz común, busardo ratonero, tórtola europea, mochuelo europeo, cernícalo vulgar, alcaudón dorsirrojo, cuervo grande, alondra común, golondrina común, tarabilla europea, gorrión molinero, serín verdecillo, escribano cerillo y escribano soteño.
Una primera conclusión a la que se ha llegado es que la campiña cantábrica es un refugio para estas especies, y por tanto, las granjas lecheras juegan un papel clave en su conservación, y por eso se hace prioritario implementar medidas como las establecidas para el mantenimiento e incremento de la biodiversidad en las explotaciones ganaderas.