Ampliará su centro mundial de IT en España con un nuevo edificio
La multinacional farmacéutica Roche ha decidido convertir su centro tecnológico de Madrid en el de mayor importancia de los cinco que tiene de este tipo en todo el mundo.
Para ello, según ha podido saber elEconomista, la compañía va a realizar una importante ampliación de sus instalaciones actuales en la capital de España, lo que le llevará a duplicar el tamaño actual del centro.
Roche llevará a cabo en las próximas semanas el traslado de este centro desde su sede actual en Madrid, en un edificio de 4.000 metros cuadrados en la calle Josefa Valcárcel, a un nuevo edificio de oficinas que la multinacional ha alquilado en la zona madrileña de Julián Camarillo y que cuenta con un tamaño de 9.000 metros cuadrados.
La filial española de Roche ha firmado un acuerdo de prealquiler con la patrimonialista Torre Rioja para trasladar este hub tecnológico en Madrid a este edificio de nueva construcción.
La multinacional suiza ocupará en régimen de alquiler la mayor parte de los 14.000 metros cuadrados con los que contará el inmueble, que destacará por su certificación medioambiental y sus características técnicas.
Con este movimiento, la farmacéutica protagoniza una de las mayores operaciones del año en el mercado de oficinas de Madrid y redobla su apuesta por la ciudad, con la contratación de más espacio para acomodar a una plantilla que está en constante crecimiento.
El mayor de cinco centros
La compañía utiliza este centro para el desarrollo de medicamentos innovadores, a través de la bioinformática. Actualmente, dispone de centros tecnológicos de este tipo en San Francisco (EEUU), Basilea (Suiza), San José (Costa Rica) y Kuala Lumpur (Malasia), además de la sede en España.
Y esta ampliación supone el «espaldarazo definitivo», según fuentes de la compañía, para considerar al centro español como el de mayor importancia de los cinco. Hace pocos meses, el Centro de Excelencia Informática de Roche en Madrid ya acogió la creación de nuevos grupos que anteriormente no se encontraban en el centro, como el equipo de consultoría interna informática, que provee asesoría y soporte a las áreas menos técnicas del negocio.
Estas nuevas contrataciones reforzaron el papel del centro dentro de la compañía «y supuso que desde entonces casi el 50% de los empleados del área de infraestructura informática esté en Madrid», aseguran desde Roche en España.
La farmacéutica ocupará una de las nuevas sedes de oficinas más relevantes en Madrid
Según la farmacéutica, la capital española ofrece a Roche una localización donde «existen profesionales altamente cualificados en el sector IT, a la vez que unas condiciones de mercado competitivas». El centro de Madrid comenzó dando soporte a Europa y América del Norte, para incrementar su ámbito de actuación a nivel global. Actualmente, gestionan el soporte de 156 países y más de 250 localizaciones, entre ellos, centros de investigación, producción y logística.
El laboratorio con sede en Basilea abrió este centro en Madrid en 2003 y desde entonces le dedica cada año entre 30 millones y 50 millones de euros, lo que ha hecho que el centro haya crecido a un ritmo de 40 a 60 nuevas incorporaciones cada año, lo que ha supuesto que la plantilla se haya ampliado en un 20% en los últimos tres años. Actualmente, el número de trabajadores ronda los 600 empleados, más de 350 de ellos de forma directa y el resto de forma externa.
La sede española da desde su nacimiento soporte técnico sin interrupción 24 horas al día a más de 136.000 usuarios distintos, incluidos los otros cuatro centros de datos globales del grupo, así como a otros data centers de pequeña escala en diferentes países. En sus instalaciones se controlan más de 8.000 servidores y alrededor de 200.000 equipos informáticos, llegando a una capacidad de almacenamiento de 2.800 terabytes.
El reto de analizar datos
Con este tipo de centros de tecnologías de la información, los laboratorios aspiran a convertir la promesa de la medicina de precisión en una realidad para transformar la práctica clínica y reducir sus costes de investigación. En el caso de Roche, un referente en la medicina personalizada, la apuesta de la compañía en medicina de precisión persigue generar en los próximos años más de 60 petabytes (PB) de información, que los investigadores han de ser capaces de leer, interpretar y compartir para agilizar el lanzamiento de los nuevos medicamentos. «La cantidad de información que se necesita obtener, almacenar y procesar para el tratamiento personalizado es grandísima», explican fuentes consultadas del Centro de Roche.
Una única secuenciación de un genoma humano ocupa como mínimo 200 gb. Si la genómica o el big data biomédico constituyen las bases de la medicina personalizada, la colaboración entre centros e investigadores a la hora de compartir datos y resultados resulta esencial en este proceso.
Autor: Alberto Vigario / Alba Brualla
Fuente: El Confidencial