Suecia, Estados Unidos, Suiza, India y Canadá son las economías en las que más se ha incrementado el peso de la bolsa respecto al PIB desde que el 29 de octubre de 2020 los mercados comenzaran una racha alcista generalizada, que se confirmó con el anuncio de Pfizer sobre el desarrollo de su vacuna contra el coronavirus y que se ha mantenido, con inevitables pero pasajeros episodios de volatilidad, hasta la actualidad.
La evolución de esta ratio de bursatilización, que vincula la capitalización de las empresas cotizadas de un país frente al crecimiento de la actividad, muestra como las bolsas han adelantado la recuperación, en un contexto en el que las instituciones han garantizado la liquidez, sobre todo en las grandes economías financieras, al elevarse de forma mucho más contenida en Europa, Japón y en los mercados emergentes, con la excepción de India.
Este último país, ejemplo de mercado en plena apertura y desarrollo, junto a los polos más financiarizados del mundo, han asumido la cuota de bursatilización que había ido ganando China en los últimos años por dos razones opuestas: por un lado, por el mayor crecimiento del gigante asiático y, por otra parte, por la incertidumbre regulatoria que emana de la dictadura del Partido Comunista.
Según este concepto de bursatilización, la relación entre el tamaño de las bolsas por capital total invertido en las empresas cotizadas del país frente al PIB estimado para 2021 en esos territorios supera el 120% en hasta once países. Esto quiere decir que el dinero de los inversores en el mercado de cada uno de estos países dobla, con holgura, la actividad economía real para este año si se toman como referencia las estimaciones que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el caso de los tres países más aventajados, Suiza, Estados Unidos y Suecia, su bursatilización supera el 240%.
Estos tres países son los grandes ganadores en esta ratio desde que la pandemia ha reducido su impacto en la economía global, dando paso a la reconstrucción, como refleja el incremento de 57 puntos, 68,9 y 81,2 enteros, respectivamente, desde 2020. Precisamente, Suiza, Estados Unidos y Suecia también aparecían en las primeras posiciones de este ranking durante los peores momentos de la pandemia de coronavirus.
En el caso de Suecia, tiene su explicación en el éxito de compañías como Getinge o Astrazeneca, en el atractivo de su banca en un contexto adelantado de subida de los tipos de interés frente al resto de regiones desarrolladas y en el papel de industriales como Ericsson. Desde España, los fondos ODIN Norden C EUR, Aktia Nordic A y POP Pohjoismaat, cuyo ámbito geográfico de inversión se ciñe solo a los países nórdicos, son las vías más atractivas para entrar en estos mercados, comprando en euros, según la rentabilidad que acumulan en los últimos tres años y la calificación que emite Morningstar.
Entre los motores de Suiza también aparecen sus bancos, junto a las aseguradoras y otros gigantes cotizados como Nestlé (que sube un 22,6% desde el 29 de octubre del año pasado), que conforman una referencia para los inversores que acuden al mercado alpino como garantía, en comparación con la evolución del valor total de los bienes y servicios que se generan en el país.
Mientras, Japón, que cuenta con el tercer mayor mercado financiero por capitalización bursátil del planeta, ha caído dos puestos en esta clasificación mundial de bursatilización en favor de Canadá (con una relación bolsa/PIB de casi el 160% según la previsión de crecimiento para el cierre de 2021) u Holanda (144%). Por lo que respecta a la eurozona, la mayoría de los países centroeuropeos mejoran con levedad respecto a 2020 siendo España e Italia los que menor diferencia han registrado entre su capital bursátil y su PIB estimado este año.
La bursatilización puede ser utilizada como indicador del modelo de crecimiento confeccionado por cada país, la cultura financiera de cada territorio o los sectores empresariales predominantes en cada economía. En el caso de Estados Unidos, se aprecia una arraigada costumbre por la inversión, ya que el país sigue registrando el mayor número de empresas en salir a bolsa al año en busca de financiación.
Entre China y Wall Street
En este contexto, la influencia de Wall Street sigue superando al resto de mercados al mantenerse como el principal referente de la recuperación a pesar del pulso que mantuvo con China por ver quién lideraba al mundo tras la pandemia. Mientras que China fue de los primeros países en controlar su curva de contagio y de las primeras economías en reactivar su actividad empresarial, los problemas derivados del incremento del coste de energía y los problemas de producción han tenido mayor repercusión en el gigante asiático, junto a la incertidumbre que implica la inseguridad regulatoria, a pesar de que su PIB crecerá un 8,1% este año, según el FMI, después de un recorte en estas previsiones después de evaluar los actuales riesgos globales.
Al comparar las bolsas chinas con Wall Street, el aumento del capital invertido en las empresas norteamericanas cotizadas ha subido un 45% en el último año, frente al 21,7% en el caso de China: más del doble de diferencia.
Disparidad en las emergentes
Cuando aumenta la incertidumbre en la economía china, normalmente los mercados emergentes tienden a retroceder debido a que estas regiones dependen en gran parte de la venta de sus materias primas al gigante asiático, según el analista de ActivTrades, Alexander Londoño. La regla se ha cumplido, en parte.
Turquía es el único país que ha visto cómo su bursatilización se ha reducido en el último año, con una capitalización que solo supone un 21% del valor de los bienes y servicios producidos en el país. Brasil ha sido una de las economías que más han frenado en el crecimiento post Covid. A pesar de su potencial industrial y sus materias primas, el país se ha visto arrastrado por el aumento de la inflación, en particular a partir de junio de este año.
Como ejemplo de cómo los inversores se han ido a buscar otras oportunidades, el principal índice bursátil de Brasil, el Bovepsa, apenas ha ganado un 6% desde el 29 de octubre de 2020 y se ha dejado un 12,1% en lo que va de 2021. Ocurre el mismo efecto en México, que ha visto cómo Canadá, con la misma previsión de crecimiento para este año, según el FMI, en el 6,3%, ha atraído más capital a sus empresas cotizadas.
El aumento del coste de la electricidad y el poder de decidir cuándo y cuánto abrir el grifo del gas a Europa está permitiendo a Rusia mantener cierto control sobre el precio de la energía en el Viejo Continente. Vladímir Putin pretende que Europa apruebe el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 a través del mar Báltico y sin pasar por Ucrania, lo que le privaría de los ingresos de exportación al pasar por su territorio.
En este contexto, la mayor gasística rusa, Gazprom ha crecido un 116% en el último año e impulsa el principal índice de Rusia, el Micex, un 30’1%. Además, el precio del gas en Europa debería seguir siendo elevado en todos los escenarios, según el economista en Edmond de Rothschild AM, Manuel Maleki. Si el invierno que viene es duro, los precios se mantienen altos y Europa no se entiende con Rusia; el potencial de los principales índices de Moscú seguirán teniendo las de ganar.
India muestra su potencial
El segundo país más poblado del mundo cuenta también con una economía en desarrollo, aunque en una fase más temprana que China. Esto también permite mayores oportunidades en inversiones en infraestructuras, comercio electrónico y en el sector bancario, según la especialista en inversión de Capital Group, Valeria Vane.
A su juicio, el comercio electrónico en India enfrenta a las emergentes compañías nacionales con las multinacionales que pretenden «hacerse con una parte del pastel» en un país con un público objetivo de más de 1.300 millones de habitantes que demandan teléfonos inteligentes. India ha pasado de situarse en el puesto número 142 del ranking del Banco Mundial en facilidad para hacer negocios al puesto 63 en 2020.
El volumen de la capitalización bursátil de las empresas cotizadas del país ha crecido un 65% en el último año hasta superar los 3,4 billones de dólares en la actualidad (billones europeos). Así, mientras que China cede terreno, India ha incrementado en 40 puntos porcentuales sus datos hasta superar la capitalización en 2021 en un 121% a la previsión del PIB del país para ese año.
Fuente: El economista / Autores: Sergio Fernández y Daniel Yebra