Skip to content

Capital extranjero, dueño del 60% de las empresas suizas

Publicado el 16 de abril de 2019

Las instituciones financieras globales dominan cada vez más el accionariado de las principales compañías suizas.

Según un estudio que el dominical suizo NZZ am Sonntag encargó a Ernst & Young Enlace externo, menos del 40% de las acciones de las principales compañías suizas están en manos helvéticas.

El periódico destaca que el gigante bancario Credit Suisse es uno de los mejores ejemplos de cómo una entidad financiera donde la democracia accionaria tradicional se está erosionando rápidamente.

Las acciones de Credit Suisse siempre han tenido un sólido anclaje entre la población suiza. Hay 99 500 accionistas helvéticos que son copropietarios del banco. Sin embargo, en la próxima reunión general anual que celebrará Credit Suisse en Zúrich, los accionistas privados suizos apenas podrán opinar ya que actualmente detentan solo 10% del capital del banco.

En contrapartida, los siete principales inversores de Credit Suisse poseen el 35% del capital de la entidad. Sus nombres son Harris Associates, Olayan Group, Dodge & Cox o Silchester, accionistas institucionales que administran una enorme riqueza, pero que son prácticamente desconocidos para el público.

En Credit Suisse, el 82% de estos inversores profesionales son extranjeros y solo el 18% son de origen nacional, según el informe publicado el pasado domingo.

Inversores globales

El fenómeno de la recomposición accionaria no solo se limita al sector financiero. En la mayoría de las corporaciones, los inversores globales a gran escala expanden su poder.

Tanto, que esta es la primera vez que la consultora Ernst & Young  examina la estructura de propiedad de las 30 principales empresas de Suiza debido a los cambios que han experimentado. En 2012, un 42% de las acciones estaban en manos suizas. En 2018, el dato se redujo a 39%

«El sólido compromiso de los inversores extranjeros evidencia el atractivo y la red global que caracteriza a nuestra economía», dice Tobias Meyer, responsable del estudio Ernest & Young.

Según Meyer, se trata de participaciones estables y la idea de que “la economía está liquidación» es errónea en este caso.

«Además, estos accionistas asumen riesgos empresariales de los que se beneficia toda la economía», señala. “El mercado de capital abierto es una ventaja competitiva para el país».

Influencia anglosajona

¿Pero cómo la metamorfosis hacia una estructura de inversores más globales está cambiando la cultura de gestión empresarial?

La influencia anglosajona en el gobierno corporativo es claramente notable, dice Vincent Kaufmann, director de la Fundación Ethos Investment, que representa los intereses de unos 220 fondos de pensiones suizos.

Se refiere al manejo que se da a los salarios de los directores. «Las recompensas excesivas son juzgadas con mucha más dureza por los accionistas nacionales. En principio, rechazamos los salarios superiores a los 10 millones de francos suizos (10 millones de dólares) porque no reflejan el espíritu de nuestra sociedad», declaro al NZZ am Sonntag.

Pero para los principales accionistas extranjeros, el nivel salarial suele ser un tema secundario siempre que se respeten los procesos formales.

La evaluación de Kaufmann se sustenta en investigaciones científicas. Y es que cuanto más presencia de inversores institucionales haya en el accionariado de una empresa, más altos serán los salarios de los directores, según un estudio realizado en 2016 por las universidades de Yale y Barcelona.


Fuente: Swiss info